
Adentro, la conchilla, áspera y fría; el sol colándose entre las hojas de los árboles, los pelos de mi piel crispándose ante una brisa suave, las risas de unos niños hamacándose, los estudiantes al sol, las charlas de a dos, los transeúntes en rápida caminata mientras miran al cielo y se les escapa un suspiro….
“tanto por decir, no me voy, me quedo aquí”… un eco en mis auriculares, una certeza… un desplegarse, soltarse, ser…
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