En esos instantes en que el sueño se mezcla con la vigilia, ahí, cuando ya no soy ni quiero ser conciencia alguna, mis labios pronuncian vagas palabras, secretos, verdades encerradas por mi propia observación. Y me escucho… con los ojos cerrados, una voz que no parece ser mi voz me habla… solo una palabra… acaso lo cierto se esconde en pequeñas palabras, en monosílabos, en frases cortas, imperativas, demandantes, tajantes…. Y después caigo en los brazos de Morfeo y sueño… y sueño grandes utopías, pequeños refugios, lugares seguros…laberintos que no me asustan porque los conozco bien, gasas y humos de colores, ventanas que me muestran otros paisajes… nuevas personas…un breve mundo para mi, un mundo ausente… mi mundo que me encuentra y en el que me encuentro…
